El sexo es inseparable del intercambio de fluidos. Los cuerpos sudan y los sudores se mezclan en el abrazo. Los penes eyaculan y, antes de hacerlo, dejar escapar lo que se conoce como líquido preseminal o fluido de Cowper. Las vaginas segregan su propio caldito, ése que sirve de lubricante, que facilita la penetración y que da cuenta, en buena medida, del grado de excitación de la mujer. YT las lenguas... ¿qué decir de las lenguas? Éstas se traban en besos que ganan en intensidad cuanto más húmedos son. Y la humedad, claro, la da la saliva. Las bocas salivan de deseo pensando quizás en un atracón de sexo y las salivas, inevitablemente, se intercambian en el fragor del morreo con lengua.
Para muchas personas, sin embargo, la saliva, como fluido corporal, adquiere otras connotaciones mucho más ardientes, mucho más sucias, mucho más lascivas. Para esas personas, la saliva sirve para escupir a su pareja o para ser escupida por ella. Para dejarla caer, como un hilo, sobre la boca abierta de quien comparte la cama o para sentir cómo la saliva de esa persona les llena a ellas la boca. Este tipo de actos, que para muchas personas pueden contemplarse como una auténtica marranada, resultan muy excitante para otras. Son entendidos como prácticas sexuales. Y como tal tienen un nombre: spitting.
El spitting o lluvia plateada es una práctica sexual habitualmente propia del universo BDSM y, más concretamente, de los juegos de Dominación/sumisión. El femdom spit, por ejemplo, es un modalidad de Dominación femenina en la que la Domina se encarga de escupir a su sumiso. Escupir en inglés se dice spit y es de ese término de donde proviene el concepto de spitting.
En todos estos juegos de los que hablamos, la saliva desempeña un papel fundamental y puede convertirse en protagonista de diferentes maneras. Basta con asomarse a un foro de sexo para descubrir de qué distintas maneras disfruta la gente convirtiendo la saliva en protagonista principal de su modo de follar.
Hay personas a las que les gusta que les escupan en el rostro, a ser posible junto a los ojos (logrando, por ejemplo, que se corra el rímel por efecto del escupitajo); chicas que se excitan de un modo especial si su pareja les lanza un lapo en las tetas; hombres y mujeres que sienten un escalofrío de placer cuando el escupitajo impacta directamente sobre su ano y personas que se derriten de gusto cuando sienten cómo la saliva de su compañero o compañera de juegos sexuales cae, lentamente y como un hilo de baba, dentro de su boca.
La práctica del spitting, silver rain o spit fetish (de todas estas formas puede hablarse de esta práctica sexual) puede tener distintas variantes. Todas ellas se agruparían en tres tipos básicos:
Como hemos apuntado anteriormente, la saliva es humedad. Y el de humedad es un término íntimamente ligado con el sexo. Así, cuanto más húmedo es el sexo, más intenso y excitante es. Por eso es importante que la saliva esté presente en él y que lo esté, además, de una forma abundante. Si eres amante de los juegos sexuales en los que esta secreción desempeña un papel fundamental buscarás de un modo especial que haya mucha saliva. Que las bocas que deben escupir la generen sin parar.
¿Cómo conseguirlo? ¿Cómo hacer que las bocas saliven más? Siguiendo alguno de los siguientes consejos:
Otra buena manera de hacer incrementar la producción de babas o saliva es practicando el gagging o felación extrema. La follada de boca, esa versión móvil de la garganta profunda en la que el pene realiza los movimientos de la penetración pero dentro de la boca de la pareja, es una buena manera de hacer que las glándulas salivares generen saliva a mil por hora. Como todas las prácticas de sexo extremo, la del gagging debe realizarse con sumo cuidado.
Por último, y para poner fin a este artículo, reseñaremos que el juego sexual con saliva formaría parte del grupo de las prácticas sexuales que se engloban bajo el término de salirofilia. Técnicamente, la salirofilia sería considerada un fetichismo sexual o parafilia en la que la obtención de placer se obtendría a partir de ensuciar el objeto de placer.
Dentro de este grupo encontraríamos, entre otras prácticas sexuales, el Bukkake, el cum shot, la coprofilia, la misofilia, la lluvia dorada, etc. La lluvia plateada BDSM, por su parte, formaría parte de la salofilia, una forma fetichismo en la que la excitación sexual es obtenida al interactuar con desechos salinos del organismo. Entre esos desechos estaría, por supuesto, la saliva, que se convierte en estas prácticas en todo un fetiche.