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Doble penetración

Doble penetración... sexo anal y vaginal al mismo tiempo

Muchas mujeres sueñan con ella pero pocas la prueban. Estamos hablando de la doble penetración, una práctica sexual que no es nueva (ya aparecía en el Kama Sutra) y que figura en las estadísticas de fantasías sexuales como una de las más recurrentes en las mujeres.

Fue en 1970 cuando, por vez primera, los espectadores habituales del cine porno pudieron ver en la gran pantalla cómo una mujer era penetrada al mismo tiempo por la vagina y el ano. Desde entonces, ver en el porno cómo una mujer es follada al unísono por el coño y por el culo se ha convertido en algo habitual, formando un género propio en el porno online. No hay plataforma de vídeos XXX que no incluya entre su oferta un buen número de escenas de este tipo.

Pero, como cantaba aquél, el cine y los sueños van de la mano, y no hay que confundir el cine con la realidad. Lo que hecho por profesionales y a base de tomas mezcladas en la mesa de montaje de una productora cinematográfica es una cosa y lo que hombres y mujeres podemos hacer en la cama, otra. No es tan fácil reproducir en la realidad lo que nos muestra el cine y, en ese sentido, esta práctica erótica es una buena muestra.

Cuando se habla de doble penetración se habla, en realidad, de tres prácticas diferentes: la penetración simultánea de ano y vagina, la doble penetración vaginal y la doble penetración anal. Hablaremos aquí, primordialmente, de la penetración simulatánea de coño y culo, y daremos una serie de consejos básicos para practicarla teniendo en cuenta que muchos de los consejos que se den aquí servirían, también para llevar a la práctica las otras dos formas de penetración.

La doble penetración en el cine porno

La masturbación, el mejor entrenamiento

No hay mejor manera de conocer el funcionamiento sexual de nuestro organismo que masturbándonos. Eso sí: para que la masturbación nos sirva de escuela debe ser entendida como un campo de pruebas y no como un ejercicio destinado a facilitarnos un rápido desahogo. En el caso de la práctica sexual a la que estamos dedicando nuestro artículo, la masturbación adquiere una relevancia especial. Será masturbándose en casa, anal y vaginalmente al mismo tiempo echando mano de algún que otro juguete sexual que facilite y permita tal acción, será la mejor manera de entrenarse para cuando llegue el momento de poder disfrutar de una verdadera sesión de doble penetración.

Al enfrentarse a esta práctica, sin embargo, la mujer debe tener presente que puede, perfectamente, no ser tan placentera como había imaginado en sus fantasías. No importa que se haya leído en mil artículos que combinar la penetración vaginal y la penetración anal implica multiplicar por dos el placer recibido. No importa porque, a la hora de hablar de sexo, hay algo que no debemos olvidar: que cada persona es un mundo y que no todos experimentamos el placer sexual ni vivimos el sexo de la misma manera. Lo que para ti puede resultar muy gozoso para mí puede resultar humillante o poco atractivo. Y al revés.

Masturbarse, en este sentido, puede y debe servir también para que la mujer que no ha practicado nunca la doble penetración y se siente atraída por ella pueda saber si dicha práctica le resulta o no placentera. Siempre teniendo en cuenta, claro, que no es lo mismo juguetear una a solas con un dildo, un vibrador o un plug anal que depender de la pericia de uno o de dos hombres en la cama. Las pollas tienen dueño y los dueños, metidos en faena, pueden comportarse de muy distinto modo. Y de ese comportamiento dependerá, en gran medida, el placer que la mujer pueda llegar a experimentar.

Si has decidido masturbarte anal y vaginalmente al mismo tiempo, haznos caso y escoge alguna de estas dos posturas sexuales: o bien colócate a cuatro patas (la postura del perrito es muy buena para este tipo de práctica) o bien túmbate de lado.

Doble penetración a 4 patas

Lubricación y dilatación

En este tipo de práctica sexual que te estamos proponiendo en este artículo, el sexo anal ocupa un espacio capital. Siendo así, hay dos conceptos que debemos tener siempre presente: los de lubricación y dilatación. El sexo anal no puede concebirse como una práctica placentera sin ellos.

Y es que el culo, recordémoslo siempre, no funciona igual que el coño. Para empezar, no lubrica, lo que implica que, para practicar sexo anal, se haga necesario, irremediablemente, el uso de lubricantes artificiales. Aplicados en el ano y en el pene o en el juguete sexual destinado a realizar la penetración, los lubricantes proporcionarán la suavidad necesaria para que polla, dildo o plug se deslicen sin causar mayores fricciones por el culo. Si no los usáramos, la penetración anal resultaría, en la inmensa mayoría de los casos, dolorosa.

El segundo requisito para practicar sexo anal y, por tanto, para poder realizar esta modalidad de doble penetración de la que estamos hablando, es que el esfínter anal esté dilatado. La dilatación solo será posible cuando la persona que va a ser penetrada por el culo esté relajada. Los nervios y la ansiedad contraen el esfínter, y eso convierte la penetración anal en una práctica complicada, a la par que dolorosa.

Para relajar el ano hay que acariciarlo con suavidad y estimularlo lentamente y sin prisas. Lamerlo, por ejemplo, puede servir a tal fin. El beso negro ayuda a relajar el ojete y a facilitar su dilatación. Una vez el ano esté lubricado y dilatado, podrá introducirse en él bien sea un juguete sexual especialmente diseñado para la práctica del sexo anal, bien sea un falo.

Lubrificación y dilatación en la doble penetración

Higiene para la doble penetración

El sexo, para ser gozoso y disfrutarlo como Dios manda, debe ser siempre limpio. La higiene, en él, debe estar garantizada. En el caso de la doble penetración, en el que puede pasarse en un momento dado de la penetración a la vaginal, este imperativo se hace mucho más importante. Nunca debe pasarse del culo al coño si antes no se ha limpiado concienzudamente el objeto penetrador, bien sea éste un dildo, bien un pene.

Lo más recomendable, siempre, es recurrir al humilde preservativo al realizar según qué prácticas sexuales. Ésta de la que hablamos en este artículo estaría incluida entre ellas. Así, al pasar de la penetración anal a la vaginal, sería imperativo el cambio de preservativo. No hay que olvidar que el ano y el recto son partes del organismo en la que es habitual la existencia de bacterias, y pasar del culo al coño sin proceder a realizar dicha limpieza o el pertinente cambio de condón incrementaría notablemente el riesgo de padecer una infección.

Para incrementar la higiene durante la práctica de sexo anal se recomienda la aplicación de un enema para garantizar la limpieza del recto. Eso sí: al recurrir a la aplicación de un enema para limpiar el culete hay que tener en cuenta que ésta es una práctica de la que no puede abusarse, ya que podría afectar a las mucosas del recto y el funcionamiento intestinal se vería comprometido.

Higiene en la doble penetración

Formas de doble penetración anal y vaginal

Quien desee practicar la doble penetración anal y vaginal puede elegir entre diversos tipos de ella.

Una de ellas, fundamental y de la que ya hemos hablado anteriormente, es a solas. Masturbándose con sus dedos o con juguetes eróticos (recomendamos experimentar y combinar ambas acciones), la mujer puede paladaear los placeres derivados de esta práctica sexual y, al mismo tiempo, prepararse para cuando pueda gozar de la misma con uno o dos hombres a la vez.

Si se disfruta con la pareja, la doble follada puede ser muy estimulante y puede servir para airear y dar nuevos bríos a cualquier tipo de relación. En este caso, el hombre puede penetrar a la mujer por uno de los dos orificios (ano o vagina) y penetrar el otro con algún juguete erótico (dildo o vibrador). Si el hombre escoge penetrar el coño de la mujer, un plug anal puede servir a las mil maravillas para rellenar su culete. En este caso, la industria del juguete erótico pone a disposición de sus clientes plugs anales con y sin vibración. Experimentar con unos o con otros puede ser una buena manera de introducir variantes y sensaciones en esta práctica.

Cuando las mujeres fantasías con la doble penetración lo hacen, habitualmente, pensando en que son dos hombres los que la penetran. Sin duda, de entre todas las modalidades de esta práctica sexual, ésta es la más llamativa. Ésta es la que, al fin y al cabo, más veces aparece plasmada en el cine XXX. Pero, como hemos indicado al principio, no es fácil de realizar. Encontrar una postura que la permita y que al mismo tiempo resulte cómoda para quienes la ejecutan no es fácil. Eso sí: si por casualidad la intentas poner en práctica, iniciála siempre por la penetración vaginal. ¿Por qué? Porque gracias a ello se incrementará el nivel de excitación y, a mayor nivel de excitación, más sencilla resultará la dilatación anal.

Finalmente, hay un tipo de doble penetración que puede resultar muy morbosa para aquellas mujeres que se consideren bisexuales o estén dispuestas a vivir una experiencia bi. En este caso, quienes intervienen en la práctica sexual son dos mujeres y un hombre. Una de estas mujeres, gracias al uso de algún arnés, puede penetrar a la otra por un agujero mientras el hombre lo hace por el otro.

Como ves, el de la doble penetración es un campo abierto a la experimentación. Probar prácticas nuevas es fundamental para enriquecer nuestra sexualidad. Con los consejos que te hemos dado, seguro que te resulta mucho más sencillo y placentero experimentar esta práctica sexual. Esperamos que la goces.

Formas para practicar doble penetración