cargando web
cargando web
Seguramente las bolas chinas son uno de los artículos eróticos más humildes que existen pero son, también, uno de los más útiles. Te vamos a explicar por qué. Cuando lo sepas, seguro que (si eres chica) decidirás tener unas a mano cuanto antes. Por el contrario, si eres chico, estamos seguros de que tardarás muy poco en comprar unas para tu pareja.
Este artículo erótico consiste en dos bolas unidas entre sí y que acaban en un cordel. Como las dos esferas están destinadas a introducirse en la vagina, el cordel (como si fuera un Tampax), ayudará a sacarlas de ella. Dentro de cada una de esas dos bolas hay una bolita metálica.
Según cuenta la leyenda, fue un emperador asiático el responsable de que naciera este artilugio. Con el deseo de que sus concubinas estuvieran perfectamente lubricadas para cuando él las reclamara, ordenó crear un instrumento sexual que sirviera para ello. El resultado de dicha petición fueron las bolas chinas.
La primera función de este instrumento es reforzar la musculatura vaginal. Usándolas, la vagina gana en salud y eso redunda en un incremento del placer a la hora de disfrutar de las relaciones sexuales. El sexo es mucho mejor con una musculatura pélvica bien tonificada.
Los orgasmos son más largos e intensos con un suelo pélvico bien tonificado y fortalecido. Además, se evitarán la incontinencias urinarias y se recuperará más rápidamente la sensibilidad sexual que acostumbra a perderse tras un parto largo.
Una segunda función de este humilde sex play es la de mejorar notablemente la lubricación vaginal. ¿Cómo lo consiguen? Las bolitas de metal hacen que las esferas que las contienen se muevan dentro de la vagina, golpeen sus paredes y eso, a corto plazo, mejora la circulación sanguínea de la zona. Esta mejora del riego sanguíneo influye directa y positivamente en el nivel de lubricación.
En tercer lugar, este juguete sexual también puede servir para que la pareja juegue. Ponerlas y quitarlas puede ser una buena manera de divertirse y de ir incrementando la temperatura de la pareja.
Las bolas chinas con mando a distancia, por ejemplo, pueden resultar muy divertidas. El chico puede utilizarlas para "torturar" a su chica mientras esta las lleva puestas y ambos están, por ejemplo, en una cena con gente, en una reunión familiar, en el cine, en una visita a un museo...
La del tamaño y peso de las bolas chinas es una de las grandes dudas que siempre tienen las mujeres que van a utilizarlas por vez primera. A esas mujeres les diremos que la medida más habitual es de 35 mm de diámetro. Hay modelos más pequeños, por ejemplo, para chicas que aún no han dado a luz o para mujeres que, por el motivo que sea, las encuentran más cómodas.
Lo más importante, al elegir un artículo de este tipo, es escoger un tamaño que se mantengan bien colocadas y que no se caigan. Así, al principio se recomienda escoger bolas de tamaño mayor y con menor peso. Una vez ejercitada la zona, ya se buscarán bolas con un peso mayor.
Respecto al material, las más recomendadas por los sexólogos y terapeutas sexuales son las de silicona o las de ABS/PC de grado médico. Su carácter hipoalergénico es una garantía de higiene. Los juguetes eróticos realizados con estos dos materiales no provocan alteraciones dermatológicas ni irritaciones.
Dos materiales que deben evitarse son el plástico y el hilo. Tanto uno como otro pueden contener bacterias.
Conocidas sus funciones y las características del artilugio que debes comprar, seguramente te preguntes: ¿cómo usar las bolas chinas?
Lo primero que debes tener claro a la hora de usarlas es que, como todos los juguetes sexuales destinados a introducirse en la vagina, deben utilizarse teniendo a mano un buen lubricante.
En el mercado puedes encontrar muchos tipos de lubricantes íntimos, pero nosotros siempre recomendamos el utilizar alguno de base acuosa. No son recomendables los de silicona por una sencilla razón. Habitualmente este tipo de artículos sexuales están realizados con silicona (son, al menos, los más recomendables). Y una de las leyes de la lubricación íntima nos dice que nunca deben utilizarse lubricantes de silicona con juguetes para adultos realizados con el mismo material.
Elegido el lubricante adecuado, pondremos unas gotas del mismo en el extremo de la bola china que se va a introducir primeramente. Para ello, la chica deberá buscar la postura que le vaya mejor: sentada, de pie, en cuclillas... Eso, a gusto de cada cual.
Una vez colocadas dentro, la chica tendrá la sensación de que las bolas se van a caer. No lo harán. ¿Por qué? Porque las paredes vaginales se contraerán. Y eso, precisamente, es lo que se persigue al utilizar este juguetito. Ese contraerse de las paredes vaginales es, precisamente, el ejercicio que se persigue al usar este artilugio. Con él se reforzará el suelo pélvico.
Para incrementar ese efecto hay que evitar, en todo momento, el sentarse o el tumbarse. Caminar, moverse o, simplemente, estar de pie, es la mejor manera de potenciar el efecto de este maravilloso aparatito.
¿Cuántas veces a la semana hay que realizar este tipo de ejercicios con bolas chinas? Con dos o tres veces debería bastar. Tampoco es necesario utilizarlas cada día. Después de todo, éste es un ejercicio físico, y de ningún tipo de ejercicio físico debe abusarse. Después de todo, el abuso del mismo podría acabar provocando una sobrecarga de la musculatura pélvica, agujetas y, en los casos más extremos, lesiones.
Una vez finalizado el ejercicio bastará con tirar del cordel, con lavarlas adecuadamente (agua y jabón neutro suelen bastar) y con guardarlas en la funda adecuada una vez estén completamente secas.
